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¿Cómo evitar la deshidratación en bebés?

¿Cómo evitar la deshidratación en bebés?

Los lactantes constituyen, un grupo en riesgo de deshidratación debido a su fisiología. Sin embargo, se puede prevenir mediante un adecuado aporte hídrico. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) establece las recomendaciones según la edad.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la deshidratación como el estado clínico resultante de una pérdida excesiva de agua del organismo en relación a las necesidades hídricas basales. Al respecto, los niños menores de 1 año constituyen junto a los adultos mayores, un grupo de riesgo debido a su fisiología. Esto se fundamenta en el elevado requerimiento hídrico, mayores pérdidas por evaporación (la superficie corporal en relación al peso es mayor) y la dependencia que tienen para con su madre o cuidador para hidratarse.

Otra cuestión a tener en cuenta es que, la distribución de agua en el cuerpo humano está determinada por la edad. En el lactante, la composición de líquido corporal total es de 70% a 75%, valor superior respecto al adulto, el cual oscila alrededor del 60%. Debido a su mayor composición de agua, los menores de 1 año son más susceptibles a la deshidratación. La misma representa una causa relevante de morbimortalidad en los lactantes.

La etiología de la deshidratación obedece a dos posibles mecanismos: incremento de las pérdidas (vómitos, diarrea, quemaduras, poliuria) o insuficiente aporte de líquidos. Las temperaturas elevadas representan otra causa de deshidratación.

A nivel mundial, la principal causa de deshidratación es la diarrea aguda infecciosa.

Si bien no hay consenso sobre un único método para evaluar el estado de hidratación, se utiliza un conjunto de marcadores que permiten hacerlo. El Ministerio de Salud establece un algoritmo1 teniendo en cuenta determinados parámetros para evaluar la severidad de la deshidratación y consiguientemente el tratamiento a implementar.

¿Se puede prevenir la deshidratación en bebés? 

La respuesta es sí. ¿Cómo prevenirla? Es fundamental asegurar el adecuado aporte de líquidos para prevenir la deshidratación. 

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) establece las recomendaciones hídricas para menores de 1 año, las cuales son de 0,7 l/día (0 a 6 meses) y 0,8 a 1 l/día (7 a 12 meses).

La OMS recomienda que los menores de 6 meses se alimenten exclusivamente con leche materna, la cual constituye la fuente de nutrientes y de agua que el lactante necesita, cubriendo así la totalidad de sus requerimientos hídricos.

A partir del 7mo mes de vida, sus requerimientos hídricos estarán cubiertos por la leche materna, así como también a través de las bebidas complementarias adecuadas.

Sin embargo, no cualquier bebida hidrata de la misma manera. La mejor bebida para garantizar una correcta hidratación es el AGUA SEGURA. El agua no contiene aditivos, ni azúcares, a diferencia de las bebidas azucaradas que contienen un elevado aporte de los mismos.

Fomentar el consumo de agua como la mejor bebida para hidratarse desde el comienzo de la alimentación constituye primordial para promover un estilo de vida saludable y prevenir así la aparición de enfermedades no transmisibles.

Lic. Yanina Stea
Sobre el autor: Lic. Yanina Stea

Lic. en Nutrición, MN 7967. Especializada en Nutrición digesto-absortiva, deportiva y Plant Based Diet (Universidad de Buenos Aires. Ex residente y jefa de Residentes del Hospital General de Agudos José María Ramos Mejía). Nutricionista de Planta Permanente del G.C.B.A, Hospital General de Agudos José María Ramos Mejía. Bs As, Argentina. 


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