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Síntomas de deshidratación en adultos mayores

Síntomas de deshidratación en adultos mayores

Los síntomas de deshidratación en adultos mayores son principalmente neurológicos. Dependen de la severidad de la deshidratación y la rapidez de su instauración.

El envejecimiento fisiológico está asociado a cambios en la composición corporal. La cantidad de agua corporal total se encuentra disminuida dado el aumento del tejido adiposo y la disminución de la masa muscular. El contenido de agua corporal experimenta una reducción del 15% (4 a 6 litros) entre los 20 y 80 años de edad.1 

Además de los cambios en la composición corporal recientemente mencionados, se producen otras modificaciones relacionados a la edad que influyen en el mantenimiento del equilibrio hidroelectrolítico:

  • Alteraciones del mecanismo de la sed: La sensación de sed, es uno de los principales síntomas de deshidratación ya que, tiende a disminuir, lo que puede implicar un menor consumo de líquidos. Esto podría deberse a cambios producidos en ciertas hormonas y neurotransmisores involucrados en la inducción de la sed. 

  • Alteraciones gastrointestinales: aquellas situaciones que afecten algún sector del tracto gastrointestinal pueden afectar la ingesta de líquidos, como por ejemplo alteraciones en la deglución.

  • Función renal: Si bien es cierto que la capacidad de los riñones para concentrar la orina y retener agua se encuentra afectada por la edad, no existe una relación lineal entre edad y pérdida de la función renal. Aproximadamente, un tercio de la población envejecida puede conservar la reserva funcional renal hasta los 80 años. Es decir, el envejecimiento no condiciona, de forma inexorable, la pérdida de función renal.2 El adulto mayor en condiciones de normalidad es capaz de mantener un estado óptimo de hidratación, sin embargo, frente a situaciones de estrés fisiológico y patológico poseen una capacidad de respuesta reducida, siendo más susceptibles de sufrir deshidratación. 

  • Capacidad funcional: restricciones en la movilidad o accesibilidad comprometida, es otro de los síntomas que puede sufrir un adulto cuando presenta un estado de deshidratación

  • Otros síntomas de deshidratación en adultos mayores: fármacos (laxantes, diuréticos), comorbilidades, baja sensibilización de los cuidadores, problemas cognitivos o psicoafectivos.

Los síntomas de deshidratación en el adulto mayor dependen del espacio afectado (intracelular o extracelular), del grado de deshidratación y de la rapidez de su instauración.

A continuación, se detallan los síntomas y signos según el grado de deshidratación diagnosticada que puede tener un adulto:

Diversos estudios evidencian que el 1% de los adultos mayores hospitalizados presentan algún síntoma de deshidratación. Aunado a esto, la deshidratación constituye 1 de las 10 causas más frecuentes de internación en este grupo etario.

La prevención de la deshidratación se basa en garantizar un adecuado aporte hídrico, así como también realizar educación a los adultos mayores, sus familias y cuidadores sobre las causas, factores de riesgo, gravedad y pautas de alarma.

 

 

Referencias bibliográficas:

1 Gille D. Overview of the physiological changes and optimal diet in the golden age generation over 50. European Review of Aging and Physical Activity 2010;7:27-36.

2   OTERO GONZÁLEZ, A.; OTERO GONZÁLEZ, Alonso. Envejecimiento y función renal. Mecanismos de predicción y progresión. Nefrología, 2011, vol. 2, no 5, p. 119-130.

Lic. Yanina Stea
Sobre el autor: Lic. Yanina Stea

Lic. en Nutrición, MN 7967. Especializada en Nutrición digesto-absortiva, deportiva y Plant Based Diet (Universidad de Buenos Aires. Ex residente y jefa de Residentes del Hospital General de Agudos José María Ramos Mejía). Nutricionista de Planta Permanente del G.C.B.A, Hospital General de Agudos José María Ramos Mejía. Bs As, Argentina. 


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