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Trastornos Del Agua: Hiponatremia E Hipernatremia

Trastornos Del Agua: Hiponatremia E Hipernatremia

Los trastornos en la natremia (hiponatremia e hipernatremia) están asociados frecuentemente a una importante comorbilidad, en especial si no se identifican de forma precoz. El tratamiento debe realizarse cuidadosamente por los riesgos que conlleva su corrección inadecuada.

La hiponatremia ([Na] < 135 mEq/l) es una situación bastante frecuente en pacientes hospitalizados, con una incidencia y prevalencia en adultos del 1 y 2,5%, respectivamente, siendo algo menor en niños, y hasta del 15-30% de los hospitalizados, dependiendo de la patología clínica. Es un factor de mal pronóstico y un factor predictivo independiente de mortalidad en cualquier patología, como insuficiencia cardiaca o hepatopatía avanzada, entre otros.
Cabe destacar que la hiponatremia no es un diagnóstico, sino el resultado de que existe una ganancia de agua libre por una dificultad para excretarla. Desde el punto de vista fisiopatológico, para el desarrollo de hiponatremia con hiposmolalidad se precisa de un aporte de agua libre, ya sea oral o parenteral, y de una capacidad renal limitada para excretarla. La hiponatremia puede ser la primera manifestación de una patología grave, por lo que siempre hay que buscar la etiología. 


Existen diferentes formas de clasificarla según:

Gravedad bioquímica de la Hiponatremia

  • Hiponatremia «leve» natremia entre 130 y 135mmol/L.

  • Hiponatremia «moderada» natremia entre 125 y 129mmol/L.

  • Hiponatremia «grave» natremia <125mmol/L.

Duración

  • Aguda (menor a 48hs de duración): Las posibles causas pueden ser período postoperatorio (puede ocurrir una situación transitoria de anti diuresis pos quirúrgica), polidipsia, ejercicio (poco frecuente y rara vez sintomática), inicio reciente de tratamiento con tiazidas (responsable del 73% de las hiponatremias por diuréticos), desmopresina, terlipresina, vasopresina entre otros.
  • Crónica (igual o mayor a 48hs de duración)

Por su parte, la hipernatremia (> 145 mEq/l) es un trastorno menos frecuente que la hiponatremia y al igual que ella, tampoco es un diagnóstico en sí mismo, sino un hallazgo de laboratorio que obliga a investigar la causa que lo genera.
Cuando se produce una pequeña elevación de la natremia, el aumento de osmolalidad es detectado por los osmorreceptores hipotalámicos, que envían mensajes tanto al centro de la sed como al centro regulador de la producción y liberación de hormona antidiurética (ADH). La respuesta es una combinación del aumento de la sed y una menor producción de orina, que es más concentrada, para devolver la concentración plasmática de sodio a la normalidad.
Dependiendo del volumen del líquido extra celular, la hipernatremia se presenta con hipovolemia por pérdidas renales o extrarrenales (más frecuente), con hipervolemia (a causa de un aporte excesivo de sustancias hipertónicas, como la ingesta de agua de mar) o con normovolemia (como la diabetes insípida).

La diabetes insípida es un síndrome clínico caracterizado por la excreción de grandes volúmenes de orina diluida (poliuria) consecuencia de un defecto en la acción de la ADH, ya sea por un fallo completo o parcial de la secreción de ADH o por una alteración en la respuesta renal.
Lo más importante en ambos casos es, estudiar la etiopatogenia y así establecer un adecuado diagnóstico y tratamiento, indispensable para la corrección de la natremia y evitar las complicaciones que de ella surgen.

Lic. Yanina Stea
Sobre el autor: Lic. Yanina Stea

Lic. en Nutrición, MN 7967. Especializada en Nutrición digesto-absortiva, deportiva y Plant Based Diet (Universidad de Buenos Aires. Ex residente y jefa de Residentes del Hospital General de Agudos José María Ramos Mejía). Nutricionista de Planta Permanente del G.C.B.A, Hospital General de Agudos José María Ramos Mejía. Bs As, Argentina. 


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