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Mitos sobre la Hidratación en menores de 1 año

Mitos sobre la Hidratación en menores de 1 año

En Somos el Agua creemos que la hidratación es un aspecto fundamental del desarrollo saludable de los bebés. Durante los primeros 12 meses de vida, los líquidos cumplen funciones vitales como la regulación de la temperatura corporal, el transporte de nutrientes y la eliminación de desechos. 

Sin embargo, existen numerosos mitos alrededor de la hidratación en menores de un año que generan dudas entre los madres y padres. En este artículo, vamos a desmentir los mitos más frecuentes y te vamos a dar consejos prácticos para mantener a los bebés bien hidratados.

Por qué la hidratación es tan importante en los primeros meses

El cuerpo de un recién nacido está compuesto aproximadamente por un 70% de agua, un porcentaje que va disminuyendo ligeramente a medida que el bebé crece. Esto implica que incluso pequeñas pérdidas de líquidos pueden tener un impacto significativo en su bienestar. La deshidratación en bebés puede manifestarse con irritabilidad, somnolencia excesiva, boca seca y disminución en la cantidad de pañales mojados, y en casos más graves, puede comprometer el funcionamiento de órganos vitales.

Hasta los seis meses, la leche materna o la fórmula infantil aportan la hidratación necesaria, por lo que no se recomienda ofrecer agua u otras bebidas adicionales sin indicación médica. A partir de los seis meses, cuando se introduce la alimentación complementaria, se puede comenzar a incorporar agua de manera gradual, especialmente durante los días calurosos o en situaciones donde el bebé pierde líquidos con más rapidez, como durante fiebre o diarrea.

Mitos comunes sobre la hidratación en menores de 1 año

1. “Los caldos son una buena fuente de hidratación”

Muchas personas creen que los caldos aportan hidratación suficiente para los bebés. La realidad es que, aunque contienen líquido, no reemplazan los nutrientes esenciales presentes en la leche materna o la fórmula. Además, ofrecer caldos en exceso puede desplazar la ingesta de leche, reduciendo así la cantidad de proteínas, grasas y micronutrientes que el bebé necesita para un crecimiento adecuado.

2. “Las infusiones de hierbas son seguras”

Las infusiones pueden ser peligrosas para los bebés, ya que algunas hierbas contienen compuestos que no son seguros para su sistema digestivo inmaduro. Incluso infusiones suaves, como manzanilla, pueden alterar la absorción de nutrientes o generar reacciones inesperadas. La recomendación general es evitar cualquier tipo de infusión hasta que el pediatra indique lo contrario.

3. “El jugo de frutas es saludable para bebés menores de un año”

Aunque el jugo de frutas parece una opción natural, puede tener un alto contenido de azúcares y no aporta la fibra necesaria. Su consumo en menores de un año puede causar caries, diarrea y, al desplazar la leche, afectar la ingesta de nutrientes fundamentales para el desarrollo. La Sociedad Argentina de Pediatría recomienda no ofrecer jugos de frutas a menores de 12 meses y priorizar siempre la leche como fuente principal de líquidos.

4. “La leche de soja puede reemplazar la leche materna o fórmula”

La leche de soja no es un sustituto adecuado de la leche materna o de la fórmula infantil, ya que carece de nutrientes esenciales como ciertas vitaminas y minerales y puede contener aditivos poco recomendables. Su consumo sin indicación pediátrica puede interferir con el crecimiento y desarrollo óptimos del bebé.

5. “Los bebés no necesitan agua hasta que tengan dientes”

Algunos creen que los bebés no requieren agua hasta que comienzan a masticar. Sin embargo, a partir de los seis meses, cuando se introduce la alimentación complementaria, pequeñas cantidades de agua ayudan a mantener la hidratación y a acostumbrar al bebé a nuevos sabores y hábitos.

6. “El agua con azúcar o miel es buena para el bebé”


Muchos creen que agregar azúcar o miel al agua ayuda a hidratar mejor o a que el bebé la tome con gusto. La realidad es que estas bebidas no aportan beneficios adicionales y pueden causar caries, aumentar el riesgo de sobrepeso y afectar la ingesta de leche. Además, la miel no se recomienda antes del año por riesgo de botulismo.

 

7. “Si el bebé moja pocos pañales, es normal”


Es común pensar que no pasa nada si un bebé moja pocos pañales al día. Sin embargo, la frecuencia de pañales mojados es un indicador clave de hidratación. Menos pañales mojados de lo habitual puede ser un signo de deshidratación y requiere atención médica.

 

8. “El bebé se hidrata solo con los alimentos sólidos”


Al introducir la alimentación complementaria, algunos padres creen que los sólidos aportan suficiente agua. Si bien frutas y verduras contienen líquidos, no reemplazan la hidratación que proporciona la leche y el agua, especialmente en días calurosos o ante fiebre o diarrea.

Lectura recomendada: Agua baja en sodio, la mejor opción para bebés
 

Consejos prácticos para la vida diaria

Mantener a los bebés bien hidratados requiere más que ofrecer agua; implica crear hábitos seguros y saludables que los ayuden a incorporar la hidratación en su rutina diaria. A continuación, compartimos algunas recomendaciones fáciles de aplicar en el día a día:

  • Ofrecer agua durante el juego: Presentarla en vasos pequeños o con sorbete de silicona, sin sustituir tomas de leche.
     

  • Acostumbrar al bebé al sabor del agua: Dar agua a temperatura ambiente y de manera gradual ayuda a que el bebé aprenda a aceptarla.
     

  • Ajustar líquidos según condiciones especiales: En casos de fiebre, vómitos o diarrea, aumentar la ingesta de agua bajo indicación del pediatra.
     

  • Tener siempre agua disponible durante paseos o viajes: Facilita que el bebé se mantenga hidratado en cualquier situación.
     

  • Higiene de utensilios: Asegurarse de que vasos, teteros y sorbetes estén limpios para prevenir infecciones.
     

Tabla de referencia: Ingesta diaria de líquidos en menores de un año
 

Edad del bebé

Cantidad aproximada de líquidos diarios

0–6 meses

700 ml (aproximadamente, solo leche)

7–12 meses

800–1000 ml (combinando leche y agua)


Consejos adicionales para madres, padres y cuidadores

  • Introducir gradualmente nuevos líquidos y observar la respuesta del bebé: Ofrecer agua en vasos pequeños o con sorbetes de silicona para fomentar la autonomía.
     

  • Evitar reemplazar tomas de leche por agua, ya que esto puede afectar la ingesta de calorías y nutrientes.
     

  • Mantener siempre a mano agua potable durante los paseos o viajes.
     

Beneficios a largo plazo de la buena hidratación

Mantener a los bebés bien hidratados desde los primeros meses no solo asegura su bienestar inmediato, sino que también favorece su desarrollo a largo plazo. Una adecuada ingesta de líquidos contribuye al correcto funcionamiento del cerebro, mejorando la concentración y la atención, y mantiene niveles de energía estables que permiten explorar y relacionarse con el entorno. 

Además, incorporar hábitos de hidratación desde temprana edad ayuda a que los niños aprendan a reconocer la sed y a beber agua regularmente, estableciendo un patrón saludable que perdurará durante toda la infancia y adolescencia.

Cuidar la hidratación, cuidar su crecimiento

En Somos el Agua sabemos que la hidratación es un pilar fundamental para la salud y el desarrollo de los bebés. Es importante desmentir los mitos más comunes y seguir las recomendaciones de tu pediatra. 

Mantener a los menores de un año bien hidratados no solo contribuye a su bienestar físico, sino que también les permite explorar y crecer de manera segura y saludable. Conocé nuestros productos y sumá confianza a la hidratación de tu familia. 

LIc. Melina Ayude
Sobre el autor: LIc. Melina Ayude

* Nombre completo: Melina Ayude

* Carrera: Lic. en Comunicación Audiovisual

* Universidad de egreso: Universidad Nacional de San Martín (UNSAM)

* Perfil de LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/melina-ayude-bb125791/


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